Desde el invento de la imprenta y el aumento en la alfabetización, las personas han gozado de mayor acceso a la información. Esta información consiste en eventos mundiales, descubrimientos científicos, geográficos y cualquier otra cuestión de interés. Actualmente, los medios impresos y los medios digitales conviven entre sí y ofrecen tanto publicaciones informativas como una gran variedad de catálogos.
Seguramente alguna vez hojeaste o realizaste una compra gracias a algún catálogo de ropa, zapatos o cosméticos en donde encontraste justo lo que buscabas sin siquiera esperarlo pero, alguna vez te has preguntado cómo se hacen estos catálogos. A continuación Troppo di Moda te dará todas las claves para poder sacarle provecho a este método en tu propio negocio.
¿Por qué catálogos?
El ritmo de vida actual, lleno de ocupaciones y compromisos, está provocando que muchas empresas nuevas se dediquen a llevar a la gente los productos y objetos que requieren pero no tiene tiempo de comprar en tiendas o supermercados. Las opciones que estas compañías ofrecen hacen uso de la tecnología y la publicidad, resultan llamativas y están ganando adeptos con rapidez, es como si los dueños de esos proyectos hubieran descubierto el hilo negro del comercio del siglo XXI.
Como sabes, el proceso de venta por catálogo es muy parecido a las prácticas de los negocios ya mencionados. Cuando se realiza una compra por catálogo, generalmente una persona proporciona a otra un compendio de imágenes de distintos artículos. En ese material se pueden consultar los precios, tallas, promociones y algunas otras especificaciones de los productos expuestos, dependiendo del catálogo. Una vez que el comprador ha identificado uno o varios objetos de su interés, informa al vendedor, realiza un pago y espera un tiempo estimado para recibir lo adquirido.
Este tipo de venta, menos innovadora en apariencia, ataca las mismas necesidades que los proyectos más modernos: falta de tiempo, deseos de comprar e imposibilidad para acudir a un local a realizar las compras.
Nuestro ejemplo es bastante sencillo y describe el modelo primigenio de catálogo que puede emplearse para todo tipo de artículos, no obstante, un catálogo puede desarrollarse también en línea o en redes sociales para llegar a un mayor público sin depender de la distribución en persona o del papel.
El catálogo no sólo es una herramienta adaptable, también es la mejor forma de ofrecer tus productos de forma atractiva, sirviéndote de varias herramientas para llamar la atención del cliente y evitándote el problema de rentar un local, pagar renta, realizar limpieza, contratar vendedores o mantener un gran surtido en bodega.
Las claves de un catálogo
Todos los catálogos son diferentes, las técnicas que se emplean para un catálogo de ropa no pueden ser las mismas que las implementadas para un catálogo de zapato o de juguetes. Cada catálogo tiene un público determinado, el público que desea cautivar, en el cual debe pensar cuando se tomen las decisiones de los diferentes elementos que darán forma al producto final.
De acuerdo al producto que deseas poner a la venta, tendrás un público específico, por ejemplo, un catálogo de dulces seguramente estará enfocado a niños, mientras que un catálogo de pasteles también considerará a los padres, en cambio, un catálogo de patinetas buscará un estilo atrevido y fresco, acorde con los jóvenes interesados por esos objetos.
Tras determinar el público, debes organizar tus contenidos. Para obtener la mejor organización no basta con enlistar en el mismo álbum o en la misma categoría, mercancía del mismo tipo, también debes pensar en las necesidades de tu cliente. Si estás creando un catálogo de artículos para bebé, seguramente lo primero será la ropa (pues los niños crecen muy rápido), inmediatamente después lo mejor sería exhibir las mamilas y vasitos entrenadores, dado que la alimentación es la siguiente necesidad vital de un niño y en definitiva capturará más el interés de los padres que los juguetes.
Una vez que tengas planeada la organización, debes determinar el estilo de tu catálogo, tanto en el caso de imprimirlo como de editar las fotos de los productos con algún texto. Al comprometerte con un estilo también te comprometes con una serie de colores, fuentes y tonos que deberán estar en sincronía con el tipo de artículo y el público de tu interés.
Para darte ideas sobre los estilos puedes analizar otros catálogos, tanto de productos como de fuentes, de esta manera podrás tomar en cuenta los elementos más llamativos y buscar la manera de implementarlos en tu diseño.
Recuerda que cada objeto debe tener sus características descritas como son: precio, tiempo de espera (en el caso de no tenerlo en existencia o de realizar envíos), disponibilidad de colores, tallas u otras variaciones. También debes agregar los beneficios del producto para atraer más la atención e iniciar una labor de convencimiento.
En el caso de un catálogo de ropa, lo mejor es especificar las tallas, modelos, colores y, en ocasiones también se enlistan las medidas de tiro y busto, o se brinda una idea de la elasticidad para ganar la confianza del cliente.
Las oraciones redactadas deben ser cortas, claras y coherentes, procura no usar un lenguaje técnico y, si manejas el catálogo en redes sociales, responde todos los comentarios tan rápido como puedas, de esa manera obtendrás una buena reputación entre tus clientes y no perderás ventas.
A continuación, consigue una cámara de buena calidad y toma muchas fotos de tus productos, procura que las fotos sean llamativas y desde distintos ángulos, así tus compradores se convencerán mejor del tractivo de tu mercancía. En el caso de joyería, ropa y otros productos del mismo tipo, debes determinar si las fotografías son más interesantes sobre un maniquí, una persona, con algún fondo o sobre fondo blanco. Estos factores ayudan a captar la atención y realzan las cualidades del artículo, además brindan a tu público la ilusión de comprar una experiencia o un estatus.
Por ejemplo, en el caso de un catálogo de ropa, suelen utilizarse fotografías de modelos cuyo aspecto sea pulcro pero también algo cercano a las mujeres, hombres, jóvenes o niños para quienes se ha diseñado la ropa. No siempre se utilizan fondos pero eso queda a consideración de cada persona, al igual que realizar retoques en las fotografías o ponerles texto.
Por último, si tu catálogo es impreso: procura equilibrar las fotos con el texto, recuerda siempre poner información de contacto, piensa muy bien en el tipo de papel y el tamaño de tu catálogo, crea una portada impresionante y un formulario de pedido claro. Aprovecha las herramientas tecnológicas y recurre a un programa que pueda facilitarte el diseño del catálogo, o a algún amigo con experiencia para que te de una opinión.
Con estas herramientas y tu creatividad, estás listo para diseñar tu catálogo y comenzar a percibir ganancias.
En Troppo di Moda podrás encontrar un extenso surtido de prendas de mujer para conformar tu catálogo de ropa, visita nuestra página web o nuestras redes sociales, y sorpréndete con todos los productos que te ofrecemos.
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